Ante la muerte de un familiar, la mejor forma de agradecerle es publicar en el periódico un mensaje para que se le recuerde en vida. Esto se llama esquela, escritos donde se informa del fallecimiento de una persona y se indica la fecha y lugar donde será el entierro o funeral.
Tradicionalmente se publicaban en prensa escrita o lugares públicos para que el mayor número de personas lo vieran. Sin embargo, hoy en día es posible también publicar la esquela en Internet.
Las personas que suelen publicar una esquela son aquellas personas que han tenido algún tipo de relación personal, de amistad o laboral.
Las esquelas de defunción figuran en los periódicos como sección especial. En realidad es sección publicitaria. Con todas las consecuencias. Sin embargo, no admite un análisis meramente publicitario: la carga informativa de las esquelas de defunción es tal y tanta que exige un análisis en el mismo nivel de las secciones de información y opinión del resto del periódico. En ellas, además, se cobija el aspecto más humano del periódico.
Como en toda publicidad, en las esquelas hay verdad constatable y puede haber parte de exageración, o simple y llana deformación de un pequeño núcleo de verdad. No obstante, a veces es una publicidad escueta y sin adornos que se limita a hacer acto de presencia, a ofrecerse al lector.
¿Cómo eran antes?
Antiguamente se utilizaban los tablones de anuncios que estaban situados o en el ayuntamiento o en las puertas de las iglesias que informaban sobre si alguien había muerto mediante este tipo de anuncio.
¿Cuánto cuesta?
En cuanto a saber cuánto cuesta una esquela, que sepa depende mucho del tipo de periódico donde se vaya a publicar los precios varían.
Si el medio es local los precios mínimos para una de tamaño pequeño oscila entre los 60€ y los 200€. Si, desea publicar un anuncio funerario de este tipo en un periódico de tirada nacional, las de menor tamaño están en una media de 500€.
Composición de esquela
La esquela se compone de varios elementos como son: el nombre, indicación que acompaña al nombre, razones comerciales, títulos y honores o los deudos.
Nombre: Lo usual es que el nombre del difunto se limite al modesto nombre y dos apellidos, alguno de ellos compuesto, quizá, lo que en algunos países ya resultaría excesivo. De vez en cuando aparecen nombres larguísimos que no cabrían en el carné de identidad ni casi en ningún sitio excepto en la esquela pagada
Indicación: La indicación usual, cuando la hay, se limita a un enunciado simple, familiar o de adscripción religiosa.
Razones comerciales: Con frecuencia las esquelas dan cuenta y razón de industrias y comercios a los que pertenecía el difunto. Lo que no está de más para mejor identificación. Pero a veces lo hacen con tantos pelos y señales que no se puede resistir la tentación de pensar que estamos ante un aprovechamiento publicitario más.
Títulos y honores: El muestrario de títulos y honores del difunto que figura en algunas esquelas es tan grande (ancho y largo) que vamos a limitarnos a copiar íntegramente un ejemplo (dos ya no cabrían aquí). En la mayoría de los casos es una lista que resume la vida del muerto. Es casi imposible que de todo eso pueda quedar constancia en las breves biografías apresuradas que hace el periódico cuando se trata de persona de gran relieve social.
Deudos: La lista de deudos (familiares, amigos y compañeros del difunto), que «ruegan una oración por su alma» o aparecen como responsables de la esquela, puede ser larga, muy larga. En ella caben padres, padres políticos, hijos, esposos, abuelos, hermanos, hermanos políticos, primos, sobrinos, tíos, amigos entrañables, fieles colaboradores, compañeros de trabajo… Cada vez menos pero, todavía, figura su director espiritual.
Por normal general, lo más habitual es lo siguiente:
Nombre completo de la persona difunta, si la esquela la emite la empresa en la que trabajaba el difunto, el cargo que ocupaba en las misma. Si es una esquela familiar o amigo la relación o una frase que le defina en la relación, se indican datos sobre la edad del fallecido y lugar de fallecimiento. Por ejemplo: la fecha de nacimiento, la de fallecimiento y lugar, siglas Q.E.P.D (Que en paz descanse) o D.E.P (descanse en paz), quién comunica su fallecimiento. Si es familia citar primero al más cercano y finalmente la fecha y hora del funeral y entierro.
NO CONFUNDIR CON OBITUARIO
Es importante señalar que no es lo mismo un obituario que una esquela. El obituario tiene una trascendencia más mediática,difunde información de interés general sobre la vida del fallecido, tiene por objetivo rememorar acontecimientos pasados y homenajear al difunto y finalmente no se ofrece ninguna recompensa económica.
¿Con cuánto tiempo de antelación debo entregar una esquela para ser publicada?
Lo habitual es enviar la esquela el día anterior con tiempo suficiente como para que entre en el cierre del periódico del día. De este modo, saldría en el periódico del día siguiente. Nuestro consejo es que una vez se elija el periódico dónde publicar la esquela, llame por teléfono para informarse de las condiciones.
En el caso de las esquelas online es más inmediato y no tiene las ataduras del tiempo de cierre. Deberá hacer llegar la esquela con el tiempo suficiente para que las personas puedan quedar informadas del suceso como del lugar donde se celebrará el velatorio, funeral, entierro o misa de difunto.